El compromiso ciudadano con el medio ambiente se puso de manifiesto el segundo domingo de agosto, cuando la comunidad del sector Sol Naciente en Carabayllo se reunió para llevar a cabo una significativa jornada de arborización. Gracias a la coordinación del gestor social Hefner Fernández, en alianza con la Asociación Nueva Aldea y con la participación activa de decenas de familias de la zona, se logró sembrar 50 árboles de la especie Meijo, con el propósito de transformar un espacio urbano en un pulmón verde que aporte calidad de vida a las futuras generaciones.
La actividad no solo representó la plantación de árboles, sino también el fortalecimiento de la unión vecinal y la reafirmación de un compromiso colectivo con la sostenibilidad. Desde muy temprano, vecinos de todas las edades llegaron con palas, picos y botellas de agua para sumarse a la faena, motivados por el deseo de ver a Sol Naciente convertirse en un ejemplo de cuidado ambiental dentro del distrito.

“Este es un esfuerzo compartido que busca dejar una huella positiva en nuestra comunidad. Los árboles que hoy sembramos serán sombra para nuestros hijos, refugio para las aves y un recordatorio de que juntos podemos mejorar nuestro entorno”, señaló Hefner Fernández, artífice de la coordinación entre vecinos y Nueva Aldea.
Los árboles Meijo, conocidos por su resistencia y adaptación a las condiciones climáticas de Lima Norte, fueron cuidadosamente sembrados a lo largo de calles, parques y zonas de uso común. Se priorizó la ubicación en lugares estratégicos para que, al crecer, brinden sombra a transeúntes, reduzcan la polución y contribuyan a contrarrestar el efecto de las islas de calor urbano.

Por su parte, la Asociación Nueva Aldea resaltó la importancia de que las organizaciones sociales trabajen de la mano con los vecinos:
“Nuestra misión es aportar a la construcción de comunidades más saludables y sostenibles. Lo que hemos vivido hoy en Sol Naciente es un claro ejemplo de que la participación vecinal hace posible cambios concretos”, expresó un representante de la asociación.
La jornada de arborización también tuvo un componente educativo. Se brindaron breves charlas a niños y jóvenes sobre el cuidado de los árboles, la importancia de regarlos en los primeros meses y el rol que cumplen en la mitigación del cambio climático. De esta manera, se sembró no solo la raíz de un árbol, sino también la semilla de la conciencia ambiental en las nuevas generaciones.

La siembra de 50 árboles es apenas el inicio de un plan más amplio de recuperación de espacios en Carabayllo. Según indicó Fernández, ya se están explorando nuevas coordinaciones para replicar esta experiencia en otras urbanizaciones y sectores del distrito, en un esfuerzo conjunto por hacer de Carabayllo un lugar más verde y habitable.
El entusiasmo de la jornada quedó plasmado en imágenes y testimonios que circulan entre los vecinos, quienes no dudaron en recalcar que estas acciones fortalecen el sentido de pertenencia y orgullo por su comunidad.
Con este tipo de iniciativas, Carabayllo demuestra que la transformación urbana no depende únicamente de las grandes inversiones, sino también del compromiso ciudadano y de la voluntad de trabajar juntos por un futuro más digno.

