El velatorio policial Santa Luzmila de Comas, adquirido por S/ 7.5 millones, fue inaugurado en diciembre de 2023 como un homenaje a los agentes caídos, pero hasta la fecha nunca ha sido usado.
La edificación, financiada por el Fondo de Apoyo Funerario (Fonafun), posee ocho salas de velatorio, capilla, oficinas, estacionamientos y rampas de acceso. A pesar de que se declaró lista en su momento, permanece cerrada y vacía.
Graves deficiencias estructurales la ponen ahora en “alto riesgo de colapso”. Especialistas señalan que los cimientos presentan fallas irreparables, lo que haría inviable su refacción. Bancas levantadas, pisos rajados, polvo acumulado en las instalaciones y una imagen religiosa cubierta son signos evidentes de su abandono.

El contrato de construcción se adjudicó en 2022 al consorcio Santa Luzmila, integrado por Grupo Constructor Lau S.R.L. y Fernando Paredes Caihuacas. El documento fue firmado por el coronel PNP Rafael Sánchez Charcape, en ese entonces jefe de Fonafun.
El alcalde de Comas, Ulises Villegas, confirmó que la licencia de funcionamiento municipal fue otorgada, pero que la Policía aún no opera el recinto funerario. El estado de las instalaciones ha generado indignación entre los aportantes al Fonafun, quienes cuestionan que se haya invertido millones en una obra que no cumple su función.
Finalmente, un informe interno del Fonafun ya habría señalado la necesidad de demoler la estructura, dado que los daños estructurales —en diseño y materiales— hacen imposible cualquier reparación efectiva.

